El pasado viernes 20 de diciembre, tuvimos la alegría de encontrarnos en la Plaza de Mayo para compartir, junto al Hogar de Cristo y la Red Solidaria, la Cena de Fin de Año.
Con el objetivo de cerrar este año unidos a nuestros hermanos que están en situación de calle, por la tarde comenzaron las actividades. En primer lugar, los jóvenes del Hogar de Cristo de diferentes barrios de la ciudad realizaron la Misión del Hogar de Cristo, en la que repartieron estampitas de Navidad recorriendo los alrededores de la Plaza cantando y tocando tambores.
Al regresar a la Plaza, la Red Solidaria, en conjunto con el Hogar de Cristo, prepararon un pesebre viviente interpretado por personas que asisten a las actividades de ambos proyectos. La ternura y simpleza de la puesta en escena fue un recuerdo tangible de la sencillez del nacimiento de Jesús.
Con la emoción en los corazones después de vivir este momento, la Catedral Metropolitana albergó a todos los vecinos, voluntarios y familias para la administración del sacramento del bautismo a muchos hermanos en situación de calle, y de los barrios donde está presente el Hogar de Cristo.
El Arzobispo Jorge García Cuerva, en conjunto con el obispo auxiliar Pedro Canavó, el padre Sebastián García, SCJ, el padre Adrián Bennardis y el padre Gastón Colombres, presidieron los bautismos que se vivieron en un ambiente alegre y esperanzador. Los niños y adultos expresaron su felicidad y emoción al recibir el signo del agua, la luz y los santos óleos.
Durante la cena, se presentó el proyecto CantArgentina que acompaña Juan Carr a través de Red Solidaria. Múltiples artistas argentinos unieron sus voces para entonar “Himno de mi corazón” en un símbolo de unidad social en una canción que expresa sentimientos de alegría, celebración y esperanza.
Con este espíritu navideño, y con ayuda de las manos de todos, se instalaron mesas con tablones y caballetes, la plaza se vistió con banderines de colores y compartimos la cena juntos, como hermanos, hijos de un Dios, unidos en su pesebre humilde que nos trae esperanza que renueva nuestros corazones. Con Jesús renace la esperanza.